Una región dispersa en mosaicos

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Una región dispersa en mosaicos

El arte que rodea el trabajo de la cerámica y la azulejería en Portugal está grabado en la propia identidad nacional. Manuel Miranda vive en el Duero y es uno de los precursores de esta expresión artística que todavía hoy se mantiene a toque​...

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Presentación 

El arte que rodea el trabajo de la cerámica y la azulejería en Portugal está grabado en la propia identidad nacional. Manuel Miranda vive en el Duero y es uno de los precursores de esta expresión artística que todavía hoy se mantiene a toque de pincel.

Establecido en Lamego, este artista desarrolla trabajos que, día tras día, salen de su taller hacia los más diversos lugares. En Portugal, pueden verse en muchas todas partes, pero es en el extranjero donde la azulejería de Manuel suscita más admiración.

Al igual que la calzada portuguesa, la azulejería está considerada una imagen de marca del país. Muy usada en la arquitectura, para el revestimiento de superficies de interiores o exteriores, este arte mayor puede encontrarse en todo tipo de edificios, pavimentos, iglesias o conventos.

El contacto de Manuel con la azulejería comenzó muy temprano, cuando todavía se encontraba en Coímbra, su ciudad natal. «Esta es una actividad que llevo desarrollando desde hace unos 40 años. En la región había mucha cerámica y eso me cautivó cuando todavía era un niño. Después, por el arte en sí. Al conocerla nace la pasión y después se desarrolló el gusto», destaca.


Buenos materiales como aliados

Manuel aprecia mucho el arte y hay detalles que todavía hoy no pasa por alto. “Hago mis pinceles como antiguamente. Cuando era joven, iba con mis colegas a comprar pelo a los herradores y tratantes de caballos, y sabíamos escoger el mejor pelo y el más fino. Ahora, la tecnología y las nuevas técnicas ya han dejado atrás todo eso, pero yo no renuncio a mis pinceles», subraya.

Hoy en día, consigue crin de caballo gracias a criadores de la región, ya sensibilizados con sus necesidades. Según el artista, los pinceles de buena calidad son obligatorios, pero, también hay que prestar una especial atención a la calidad de las pinturas. «Las compro en la zona de Aveiro porque aquí no hay. Son pinturas específicas para cerámica y vidriados que me garantizan la calidad final que deseo. Estos materiales tienen que ser los apropiados para tal efecto, ya que alcanzan temperaturas de hasta mil grados». 

El artesano basa su trabajo en fotografías, aunque la mayor inspiración provenga del Duero, de la inmensidad de los viñedos, de la fuerza de los hombres y de la opulencia del río. Por eso, no es de extrañar que sus trabajos estén repartidos por la región. Los ayuntamientos de Resende y de Tabuaço son ejemplo de ello, ya que se encargó de revestirlos, labor que le llevó cerca de un año cada uno.


Azulejos que cruzan océanos

La maestría de Manuel ya ha traspasado fronteras y en Brasil residen sus trabajos preferidos, aquellos que le provocan más añoranza. «Hice uno para una iglesia de la Virgen de Fátima. Me pidieron que pintase allí nuestro santuario de Portugal. Acabé yendo al Santuario de la Virgen de Fátima para fotografiar con mucha atención los detalles y, después, dibujé todo a mano».

Otro trabajo, también en suelo brasilero, mereció grandes elogios. “La obra de la que más orgulloso me siento es la de la Virgen de los Remedios que hice para una iglesia de Río de Janeiro. Incluso alcaldes de la región del Duero, que pasaron por allí, volvieron aquí con lágrimas en los ojos», cuenta con orgullo.

A pesar de que todas estas obras son de grandes dimensiones — algunas llegan a sumar casi mil azulejos—, Manuel Miranda siente el mismo placer al producir piezas a pequeña escala. “Hay trabajos pequeños que también me motivan mucho. A veces, esos son los que nos hacen llorar al verlos partir en manos de un comprador.»

En estos azulejos, los más apreciados, el artesano consigue reflejar no sólo la luz, sino también gran parte del imaginario del Duero que lo rodea e inspira. A través de estos pequeños mosaicos, Manuel construye un libro ilustrado, lleno de colores, pero también muy rico en paisajes y costumbres que definen una región.

Texto: Patrícia Posse | Daniel Faiões 

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Contactos 
Propietario/Responsible
Manuel Miranda
Residencia
Atelier Nelarte
Manuel Miranda,
5100 Lamego

(Junto a la estación de autobuses de Lamego)
Celular
+ 351 963632670 / +351 919428824
Latitud
41.09597697874487
Longitud
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