Rabelo: un dulce viaje

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Rabelo: un dulce viaje

 No necesita reservar o comprar billete, ni tampoco hacer cola ni temer a las aguas revueltas. Para embarcar en este rabelo basta con dirigirse a la pastelería Docinhos da Cilita, en Peso da Régua, elegir un sitio y viajar​...

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Presentación 

 No necesita reservar o comprar billete, ni tampoco hacer cola ni temer a las aguas revueltas. Para embarcar en este rabelo basta con dirigirse a la pastelería Docinhos da Cilita, en Peso da Régua, elegir un sitio y viajar por esta delicia sin sobresaltos.


El rabelo nació de las manos de Cezília Teixeira, de 63 años. Su creación se remonta al año 1992, cuando, conversando con el escritor local, Camilo de Araújo Correia, surgió el desafío. «Me dijo: "aquí tiene pasteles buenísimos, ¿por qué no hace un dulce regional? Régua no tiene ninguno y usted es la persona indicada para hacerlo». Le agradecí la idea y, después, con mi hijo Duarte, acordamos hacer unas pruebas».

Durante seis meses, madre e hijo escogieron y combinaron ingredientes, en una serie de intentos por encontrar la receta más armoniosa. Camilo de Araújo Correia fue el jurado informal, probando y evaluando cada uno de los resultados que le presentaban. 

Así, en un ambiente de cierto secretismo, Cezília fue perfeccionando la fórmula. «Estuvimos medio año haciendo pruebas. Llegamos al final cuando el Sr. Camilo dijo “está en su punto”», recuerda.

El registro de la patente fue el siguiente paso de Cezília, que jamás olvidará ese «desafío tan grande». El origen del nombre resulta fácil de entender. Nacida en Vilarinho dos Freires (Peso da Régua), la repostera es una enamorada del Duero y, naturalmente, este dulce es un homenaje a sus raíces. 

«Adoro Régua, los rabelos, el río Duero. Son fragmentos de mí misma. Fue un homenaje al Duero, a nuestros antepasados, a los hombres que tanto trabajaron y al vino de Oporto, también porque los dulces llevan vino generoso», confirma.

En 2010, con motivo de la celebración de los 25 años de la concesión del título de ciudad a Régua, la obra maestra de Cezília fue el evento más destacado de la fiesta, nada extraño si se piensa que el barco rabelo aparece en el escudo del municipio.


Arquitectura inusitada

La originalidad de la forma del rabelo es lo que más curiosidad suscita. «Como eran los barcos que antiguamente transportaban el vino de Régua a las bodegas de Gaia, pensé en la forma del barco rabelo para hacer este dulce». Sin embargo, Cezília sólo encontró la forma para elaborar esta delicia en la ciudad de Oporto.

Yemas de huevo, agua, azúcar, harina de arroz, ralladura de limón, almendra, almidón de maíz, canela y vino generoso son los ingredientes que se combinan en esta exquisitez.

La base, hecha de masa de hojaldre, se rellena y la decoración lleva huevo hilado. «Primero, se forra el molde del barco con hojaldre. Después, con el relleno ya frío en una manga pastelera, se rellena el molde. Se cuece a una temperatura de 170 grados», explica.

El toque final es un verdadero signo de creatividad: encima, Cezília coloca un palito que simula el mástil y una vela de papel donde puede leerse “Docinhos da Cilita” y “Régua”, palabras coronadas por cinco estrellas.

Así se sorprende al comensal con un pastel crujiente, consistente y húmedo, cuya forma ovalada evoca las embarcaciones típicas del Duero. El sabor tiene notas de almendra y huevo hilado, con un aroma inconfundible a vino generoso.

Los rabelos pueden durar hasta 15 días, envasados y conservados a temperatura ambiente.


Néctares del Duero

Con dos décadas de existencia, el rabelo ya ha viajado hasta Francia, Luxemburgo, España y Alemania. No obstante, en el corazón del Duero tiene su puerto de abrigo. Para que la degustación de los néctares del Duero sea sublime, sírvase una taza de té o una copa de vino de Oporto.

«Quien los prueba dice que son una delicia y los recomienda. Los turistas creen que es una idea muy bonita y le hacen fotos.» La producción de 24 unidades lleva dos horas, ya que todo se elabora de modo artesanal. «Según nace, ya se pone a la venta» y su precio es de 1,20 euros la unidad.

Con una producción mensual de 500 unidades, los rabelos tienen más salida en verano, debido a la afluencia de turistas en la región. «En invierno también tienen buena salida porque es un dulce que puede acompañarse con té, con vino de Oporto y también con café», añade Cezília.

 

 

 

Texto: Patricia Posse | Daniel Faiões

Horarios/Precios 
Lun-Dom: 8:00 - 19.30
Contactos 
Propietario/Responsible
Cezília Teixeira
Residencia
Pastelaria Docinhos da Cilita
Rua Dr. António Fonseca Almeida, Bl.3 – R/C Esq,
5050-274 Peso da Régua
Teléfono
+351 911 952 615
Latitud
41.16603958385129
Longitud
-7.793554925964372