Bizcocho de Teixeira: el compañero en ferias y romerías

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Bizcocho de Teixeira: el compañero en ferias y romerías

Los ingredientes en su justa medida, los tiempos de cocción adecuados y la desenvoltura al desmoldarlo dejan adivinar los años dedicados a la elaboración del bizcocho de Teixeira, ese dulce famoso por su comercialización​...

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Presentación 

Los ingredientes en su justa medida, los tiempos de cocción adecuados y la desenvoltura al desmoldarlo dejan adivinar los años dedicados a la elaboración del bizcocho de Teixeira, ese dulce famoso por su comercialización en ferias y romerías de la región del Duero.

A sus 70 años, Delfina Adrega sonríe cuando comparte su relación con este regalo gastronómico. “Me enseñó una vecina. Después, aprendí y me metí en esto hace unos 40 años».

Bautizado con el nombre de uno de las parroquias de Baião, el bizcocho de Teixeira sigue elaborándose en varios municipios del Duero. Aunque no se sepa de ningún registro que legitime su origen histórico, los testimonios orales apuntan que este dulce regional se produce desde hace al menos dos siglos. La receta se fue transmitiendo de generación en generación, de romería en romería.

También se cuenta que el bizcocho de Teixeira podría tener orígenes humildes, teniendo en cuenta que lleva pocos ingredientes en su elaboración y, a consecuencia de ello, se vende en fiestas populares.

Existen dos tipos de bizcocho de Teixeira: el más habitual, que puede encontrarse en cualquier feria del municipio de Baião o en los alrededores, y otro que los habitantes de Teixeira hacen en épocas especiales, llamado “bizcocho fino”. Este último se distingue por contener poca cantidad de agua para evitar que resulte demasiado húmedo y empapado. La forma de cocción también es diferente y, si no se controla correctamente, el bizcocho puede quedar crudo por dentro.


Recetario tradicional

Si es cierto que “a nadie le amarga un dulce”, el bizcocho de Teixeira consigue desmentir esto con algunos toques agridulces procedentes del limón. La elaboración puede incluir huevos o prescindir de ellos, manteniendo el resto de los ingredientes: mucho limón (zumo y ralladura), harina, azúcar, sal y «un secreto que es el alma del negocio». «El bizcocho de Teixeira amarillo tiene un poco de huevo y canela. El blanco, no», revela.

Las manos de Delfina remueven la masa que se distribuirá en moldes de acero inoxidable individuales, que le dan al dulce su forma rectangular. Habituada al trajín del vaivén de los moldes ennegrecidos, la pastelera enrolla la masa y la dispone en dos cuadrados, haciendo un ocho tumbado.

El modo de preparación del bizcocho ya es casi intuitivo, fruto de largos años endulzando la boca de quienes pasan por Lamego, entre otros. “Amaso en este recipiente y lo voy poniendo en los moldes que se meten en el horno durante un cuarto de hora. La masa puede reposar de un día para otro o también se puede extender inmediatamente», explica. Después de cocerse a 380°, los bizcochos pasan por la encimera para su embolsado.


Bizcocho festivo y popular

Desde la puerta del horno se vislumbran bizcochos amarillentos y blanquecinos (porque no llevan huevos), de unos 18 cm de largo por 10 de ancho. De consistencia compacta, el dulce tiene un intenso gusto amargo a limón.

Con el paso del tiempo, la pastelera se ha visto forzada a reducir el volumen de producción. “Cuando era joven, vendía bien. Ahora, hago muy poquito, porque ya no voy a las fiestas, solo a la avenida y voy vendiendo aquí a quien quiera». La cantidad varía entre una arroba (aproximadamente 15 kg) de harina o media.

Este dulce regional es una presencia incondicional en ferias, festividades y romerías religiosas de toda la región del Duero, por lo que cuando se quiere hacer referencia a una persona que está en todas partes se la compara con el bizcocho de Teixeira, que también es omnipresente.

Sólo en un día, Delfina llega a hacer 150 latitas, como cariñosamente llama a los moldes. Los bizcochos se conservan hasta 15 días después de haberlos hecho, incluso a temperatura ambiente.

El bizcocho de Teixeira «se come todo el año». «Puede acompañarse con un té», sugiere Delfina, pero también es habitual acompañarlo con vino blanco en las romerías. El precio estipulado para dos unidades es de 1,25 euros y de 2,5 euros para cuatro.

Buscado, incluso, por algunos turistas, el bizcocho recibe elogios por su sabor.
«Se consume mucho en la fiesta de Nuestra Señora de los Remedios (en Lamego) y en la Pascua», concluye la pastelera.

Texto: Patricia Posse | Daniel Faiões

Horarios/Precios 
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Propietario/Responsible
Delfina Adrega
Residencia
Rua da Ponte, n.º 56
5100 Lamego

Otros puntos de venta:
La venta ambulante en la Avenida Dr. Alfredo de Sousa, en Lamego, los jueves y durante los fines de semana
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